Inglés para adultos
Todos hemos escuchado alguna vez que la mejor manera de aprender un idioma extranjero es empezando desde pequeños y que es imposible llegar a ser bilingüe si no hemos tenido contacto con el idioma hasta ser adultos.
Aunque esta afirmación es cierta, no es verdad que el inglés para adultos esté condenado al fracaso: aunque a lo mejor cueste un poquito más, siempre es posible mejorar el nivel y llegar a manejarse con soltura.
Algunos de los trucos más útiles para aprender inglés son:
- Practicar a diario.Por ejemplo, intentando traducir lo que hablas en español, aprendiendo tus canciones favoritas en inglés, viendo series y películas en inglés, utilizando una app o practicar la comunicación oral hablando con un compañero o amigo.
- Ten claro por qué quieres aprender. Aprender un idioma nuevo requiere un esfuerzo constante durante mucho tiempo y si no tienes claro por qué quieres hacerlo, lo más probable es que acabes dejándolo. Por eso debes encontrar tu propia motivación: irte a vivir al extranjero, nuevas oportunidades profesionales, viajar… Una buena forma de mantener la motivación es estableciendo objetivos de mejora progresivos.
- No tener miedo al error. Equivocarse es normal y como se suele decir, de los errores se aprende. La diferencia entre niños y adultos está en la actitud. Los niños se cohíben menos, juegan con el nuevo idioma y no tienen miedo a cometer errores.
En el caso de las clases para adultos, hay que recordar una serie de factores: horarios de trabajo, vida familiar, tiempo libre… todo esto debemos tenerlo en cuenta a la hora de lanificar las clases para poder sacarles el máximo partido.
Para mí, dar clases a estudiantes adultos siempre es una satisfacción, especialmente a aquellos que quieren aprender por el hecho de saber un idioma nuevo. Ver cómo disfrutan las clases, cómo progresan día a día y cómo pierden la vergüenza es muy gratificante.